Tecnología al servicio de los derechos del consumidor
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Tecnología al servicio de los derechos del consumidor
Aída Albuerne
Charlista: Aida Albuerne
Texto de Alejandra Ruíz
El Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor es el encargado de realizar los estudios e investigaciones que permiten a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) valorar los productos y servicios que se ofrecen en el mercado, así como sugerir y brindar información útil al momento de realizar una compra o de contratar un servicio.
La bióloga Aida Albuerne, directora del laboratorio, fue la invitada el martes 10 de abril a la más reciente sesión del Café Scientifique, en la cual explicó el funcionamiento y la labor de dicho organismo dependiente de la Secretaría de Economía.
Según lo mencionado por Albuerne, en el laboratorio trabajan 40 personas, entre ellas 25 investigadores de distintas disciplinas. Una de sus principales funciones, aunque no es la única, es realizar estudios de calidad de cualquier producto o servicio adquirible en México. Para elaborar los dos estudios que hacen mensualmente, se organizan en cinco áreas: química, físico-química, metalmecánica, textil, y eléctrica y electrónica.
Para dar a los estudios de calidad la seriedad que requieren, se siguen procedimientos y medidas que la bióloga explicó a los asistentes. Entre ellos: tomar las muestras del mercado sin avisar a los fabricantes –para evitar que las manipulen-, y antes de probarlas, establecer un protocolo que retroalimentan y firman los distintos fabricantes, en el cual se indica cuáles serán las pruebas y parámetros que se seguirán para valorar los productos o servicios.
Una de las ventajas de este protocolo, dijo Albuerne, es que los resultados se informan a los fabricantes, lo cual les permite mejorar la calidad de sus productos. En los estudios se analizan aspectos como la seguridad (que resulta básica en casos como las gasolineras, los preservativos, las ollas exprés, las luces navideñas), la resistencia y funcionalidad.
El laboratorio, en acuerdo con la Revista del Consumidor, el medio más antiguo de difusión que tiene la Profeco, planea anualmente los estudios de calidad que se llevan a cabo. Algunos criterios utilizados en esta planeación son: que sean productos de gran demanda y de los cuales han recibido quejas, y que respondan a una temporada.
A raíz del problema del creciente aumento de obesidad en la población, por ejemplo, el laboratorio aumentó el número de estudios para medir la cantidad de azúcar, sal, grasa, energía y otros factores nutricionales en alimentos como salchichas, palomitas de maíz y refrescos.
Sobre la influencia o campo de acción que tiene el laboratorio a través de la Profeco para el seguimiento de las anomalías que detecta, la directora citó el caso de los jugos, respecto al cual, luego de 10 años de trabajo (haciendo estudios y promoviendo un recurso legal), se logró en 2009 crear una norma mexicana que prohíbe que una bebida que se venda como "jugo" tenga azúcar, pues el jugo real de una fruta no supone la adición de ningún otro azúcar.
Otro ejemplo citado por Albuerne fue el de las luces navideñas. En los años 90, dijo, el 70 por ciento de las marcas analizadas no cumplieron los parámetros de calidad –muchas de ellas eran extranjeras. Desde 2008, en coordinación con la Dirección General de Aduanas, se logró detener el ingreso de muchas de las marcas que estaban en esa situación, demodo que el porcentaje bajó hasta 18 por ciento.
En la sesión acompañó a Albuerne el director de la Revista del Consumidor, Gerardo Rodríguez, quien dijo que "no hay Profeco que alcance para atender a 112 millones de mexicanos", por lo que este organismo ha apostado a la formación, para que sean los propios consumidores quienes observen, lean las etiquetas y denuncien. En este sentido, Rodríguez mencionó que además de la versión impresa de la revista que distribuye 50 mil ejemplares al mes, actualmente impulsan el aprovechamiento del Portal del consumidor, en el cual pueden descargarse los estudios de calidad de los últimos tres años. También refirió el uso de Twitter y otras redes sociales para tener mayor presencia en la vida cotidiana de los consumidores con descargas gratuitas, así como la creación de una aplicación –aún en desarrollo- para teléfonos inteligentes que permitirá denunciar y crear un folio para seguir el caso de las quejas de los consumidores.
Sobre Aída Albuerne
estudió biología en la Universidad Nacional Autónoma de México y tiene un diplomado en Alta Especialización en Tecnología de Alimentos, en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos de Valencia, España.
De su trayectoria profesional destaca su labor en la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, de la Secretaría de Salud, como Comisionada de Operación Sanitaria y como directora General de Control Sanitario de Productos y Servicios. Además fue Directora de Dictaminación y Fomento Sanitario de la Dirección General de Calidad Sanitaria de la Secretaría de Salud.
Contacto:
El Café Scientifique es un espacio de ocio para pensar y platicar la ciencia, que se realiza el primer martes de cada mes en la Casa ITESO Clavigero (José Guadalupe Zuno 2083, entre Chapultepec y Marsella, Col. Americana), a partir de las 19:30 horas. La entrada es libre.
Maya Viesca, coordinadora del Café Scientifique del ITESO, maya@iteso.mx, 3669 3421, 3669 3434 ext. 3101, o con Alejandra Ruíz, coordinadora de Comunicación del Centro de Promoción Cultural del ITESO, aflores@iteso.mx.
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