"Descifrando el misterio del envejecimiento y la longevidad a través de la genética" con Alexander de Luna

Cobertura en el Portal ITESO  el 6 de junio 2013
Texto y foto por Alejandra Ruiz

El envejecimiento es un proceso en el que la genética y los factores ambientales contribuyen. Son estas relaciones las que investiga el doctor en Ciencias Biomédicas Alexander de Luna Fors, quien estuvo como invitado en la más reciente sesión del proyecto de divulgación científica del ITESO, el Café Scientifique.

La vejez es una etapa del desarrollo de los seres vivos que se caracteriza por la acumulación de daño en las células y en los órganos, mencionó de Luna Fors al iniciar la charla que tuvo lugar el pasado 4 de junio en la Casa ITESO Clavigero. Explicó que para su equipo de trabajo, el envejecimiento celular es interesante en su relación con la enfermedad, debido a que la edad es el principal factor de riesgo de padecimientos cardiovasculares, neurodegenerativos y crónicos, entre otros.

El investigador comentó que él y sus colaboradores trabajan con células de levadura de cerveza, las cuales son "sorprendentemente similares a las humanas", para identificar el papel que juega cada uno de los genes en el proceso de envejecimiento de esas células. Este trabajo lo desarrollan en el Laboratorio Nacional de Genómica, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Irapuato.

También analizan la forma en que el ambiente y la relación de los mismos genes entre sí afectan la longevidad y el envejecimiento de la levadura. La vida promedio de estas células en el laboratorio es de 20 días, con la manipulación de algunos genes han llegado a vivir hasta 250 días, afirmó.

Aunque la investigación en el campo de la biología en relación con el  envejecimiento celular es reciente y no muy  común, Alexander de Luna refirió que existen hallazgos científicos que relacionan la manipulación de determinados genes, presentes en distintos organismos como las levaduras, los gusanos y las ratas, con el aumento en el tiempo de vida.

Por otra parte, dijo, se han analizado especies cuya estructura genética les permite ciertas ventajas. Tal es el caso de la rata topo la cual, además de vivir mucho más que otras ratas, es inmune al cáncer inducido en laboratorio, enfermedad relacionada con el envejecimiento celular.

La motivación a largo plazo para el trabajo que realizan de Luna y sus compañeros es mejorar la calidad de vida, no necesariamente alargarla. Sobre todo porque, según coincidieron tanto el  expositor como los asistentes, en México como en muchos países hay una enorme carencia en servicios, seguridad social, atención y garantías para la calidad de vida de población de edad avanzada.

"Queremos que nuestra investigación sirva más para prevenir", declaró. Sin embargo reconoció que su trabajo representa un dilema ético, pues su responsabilidad como investigadores está en mantenerse al tanto de los fines con los que se desea utilizar el conocimiento que generan. Aseguró que si fuera necesario acudirían con especialistas legales para patentar ese conocimiento estableciendo cláusulas para evitar su mal uso, ya que "la enfermedad crónica es uno de los mejores negocios que hay".

Destacó que la esperanza de vida promedio de la población mexicana pasó de 34 a 75 años de edad en menos de un siglo, de modo que el énfasis no debe estar ya en alargar la vida, sino en la calidad. En este sentido explicó que aunque el factor genético influye en la propensión a las enfermedades, también influyen los factores ambientales, entre los que se encuentran: la alimentación, la cantidad de ejercicio que se haga e incluso el estado emocional en el que se encuentre la persona.

Alexander de Luna Fors

Es biólogo egresado de la Universidad de Guadalajara y tiene un doctorado en Ciencias Biomédicas por la UNAM. Después de desempeñarse como  investigador en la UNAM y en la Universidad de Harvard, desde 2009 es investigador del Laboratorio Nacional de Genómica y profesor del Posgrado en Biología Integrativa, ambos del CINVESTAV Irapuato. Su equipo de trabajo combina una serie de estrategias experimentales y de computacionales para conocer la forma en que los genes, el ambiente y sus interacciones determinan procesos biológicos complejos como la función metabólica, la respuesta al estrés y el envejecimiento celular. En 2012 fue nombrado miembro afiliado de la Academia Mundial de Ciencias TWAS, reconocimiento que se hace a los científicos jóvenes más destacados del mundo en vías de desarrollo.

Escucha la sesión completa desde el Repositorio Institucional del ITESO:

https://rei.iteso.mx/handle/11117/1025