El enredamiento cuántico: de la polémica a la información cuántica
Detalle BN6
- Inicio
- El enredamiento cuántico: de la polémica a la información cuántica
El enredamiento cuántico: de la polémica a la información cuántica
Luis A. Orozco. Martes 4 de marzo de 2014, Casa ITESO Clavigero
Si consigo que crean que la realidad no existe, será mi mayor éxito.
Luis Adolfo Orozco, egresado del ITESO y uno de los físicos mexicanos más importantes de las últimas décadas (su currículum impone), conversó en el Café Scientifique ITESO sobre un tema complejo y fascinante: el mundo de la física y la mecánica cuánticas.
Intentar explicarle a un grupo de poco más de 100 personas –donde lo más probable es que hubiera pocos o ningún doctor en Física o Matemáticas– que la realidad "no existe", es un reto que pocos conferencistas asumirían. Luis Adolfo Orozco sí.
Y a pesar de que los asistentes al Café Scientifique la noche del 4 de marzo en la Casa ITESO Clavigero veían con sus ojos que ese investigador egresado de Ingeniería Mecánica del ITESO y actual científico de la Universidad de Maryland era un ser "real" que manoteaba, levantaba la voz, reía, soltaba sencillos ejemplos para darse a entender, la duda se instaló en sus rostros, lo cual significó un éxito para él: "¿Qué es real? ¿Mis sentidos me engañan? ¿Puedo intervenir la realidad? ¿Cómo se relacionan, se enredan, se modifican las partículas de este Universo? ¿Se pueden medir esos enredos y sacarles provecho?"
La realidad no existe, sentenció Orozco –añadiendo que si los asistentes se iban con esa idea sería su mayor éxito– un físico tapatío de clase mundial con una notable capacidad de explicar a la audiencia más inexperta complejos y revolucionarios descubrimientos en el campo de la física y la mecánica cuánticas, la vanguardia científica a nivel global, un vasto campo de conocimientos y experimentaciones que podrían cambiar por completo la manera no solo de hacer computadoras, producir medicinas más eficientes o crear sistemas de información absolutamente seguros, sino el entendimiento sobre la vida, el Universo, la materia oscura…
"La física cuántica estudia las cosas discretas cuando son muy pequeñas. Yo digo que la idea más salvable de la humanidad es que la naturaleza está hecha –en sus componentes últimos y más pequeños– no de manera continua, sino de manera discreta. Es la manera de entender la naturaleza desde el punto de vista de sus componentes más pequeños", dijo Orozco en entrevista con Maya Viesca, coordinadora del Café Scientifique ITESO.
¿La naturaleza y la materia son "discretas"? No, no tiene nada que ver con "prudencia" o "moderación", sino con que los componentes de la naturaleza están separados, son divisibles, se correlacionan y se modifican cuando interactúan.
La mecánica cuántica, afirmó, brinda teorías con una "asombrosa" capacidad predictiva, es decir, que permiten elaborar experimentos donde coincide perfectamente "la teoría con el experimento".
Sumar conocimientos, datos, observar y anotar, preguntarse de nuevo qué pasó con ese enredamiento entre dos (o más) partículas, atrapar literalmente un electrón o un ion de Berilio y analizarlo… Eso es lo que le apasiona a Orozco, egresado de Ingeniería Mecánica por el ITESO y doctor en Física por la Universidad de Texas en Austin, así que cuando alguien le preguntó qué relación podía haber entre las enseñanzas de Buda con la mecánica cuántica, sentenció: "Dime una predicción cuantitativa de Buda y entonces hablamos".
La mecánica cuántica no es sobre la realidad, sino sobre el conocimiento y los datos que se pueden obtener de esa "realidad", afirmó Orozco, quien explicó el concepto central de la charla: el enredamiento cuántico, el estudio de la correlación entre partículas, un tema que, reconoció, lo iba a meter en una camisa con más de 11 varas.
"El enredamiento me garantiza que voy a tener una serie perfectamente correlacionada de eventos absolutamente aleatorios [algo con lo que Einstein no estaba de acuerdo y que hoy se ha comprobado que es factible]. El enredamiento es una propiedad en la mecánica cuántica, una propiedad que tienen las partículas. No es intuitiva, no es de una partícula, sino de dos o más".
Una tras otra llegaban las preguntas para uno más de los admiradores de Einstein –‘ya quisiera cometer los errores que él cometió', dijo Orozco–, algunas sobre filosofía, otras sobre aplicaciones prácticas, otras sobre sus experimentos, otras sobre la relación intrínseca entre mecánica cuántica e informática y nuevas tecnologías, completando una correlación y un pequeño "enredamiento" de dos horas entre el físico y su público, el cual dejó tras de sí más preguntas que respuestas, el anhelo de los grandes científicos.
NOTA CRUCE Enrique González
Fotografo Luis Fernando Ponciano Hernández
Sobre Luis Adolfo Orozco
Luis Adolfo Orozco, físico tapatío, trabaja en el Joint Quantum Institute de la Universidad de Maryland en Estados Unidos. Después de terminar sus estudios en el ITESO, Orozco cursó un doctorado en física en la Universidad de Texas en Austin. Trabajó en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) midiendo la masa del antiprotón de 1987 a 1990. Fue luego profesor en la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook y en 2003 se cambió a la Universidad de Maryland en College Park para iniciar el grupo de física atómica, molecular y óptica. Sus trabajos dirigidos a entender mejor la luz los llevaron a su grupo y a sus colaboradores de la Universidad de Oregon a medir el campo eléctrico de un fotón con un método que simultáneamente permite estudiar los aspectos de onda y de partícula de la luz. Utilizando luz desarrollaron una trampa para atrapar unos pocos átomos de Francio, uno de los elementos más raros del planeta, cuya estructura atómica tiene el potencial de revelar información sobre la fuerza débil, la responsable del inicio del ciclo solar; la que convierte a los protones en neutrones. Sus experimentos han sido seleccionados por el American Institute of Physics entre los mejores de los años 1996, 2000 y 2002 y fueron reportados en las revistas Science, Nature, Scientific American, Discover y Science News.
Contacto:
El Café Scientifique ITESO es un espacio de ocio para pensar y platicar la ciencia, que se realiza el primer martes de cada mes en la Casa ITESO Clavigero (José Guadalupe Zuno 2083, entre Chapultepec y Marsella, Col. Americana), a partir de las 19:30 horas. La entrada es libre.
Maya Viesca, coordinadora del Café Scientifique del ITESO, maya@iteso.mx, 3669 3421, 3669 3434 ext. 3101, o con Alejandra Ruíz, coordinadora de Comunicación del Centro de Promoción Cultural del ITESO, aflores@iteso.mx.
Síguenos en Facebook como Centro de Promoción Cultural ITESO o en Twitter como CScientifique.