Historia y ciencia en la colección de José de la Herrán

Historia y ciencia en la colección de José de la Herrán

Del 5 de febrero al 15 de abril del 2009

José  de  la  Herrán  es  un  hombre  que  ha  dedicado  su  vida  a  la  ciencia  y  al  desarrollo  tecnológico,  pero  su  pasión  no  ha  quedado  en  él.  Ha  buscado  transmitirla  a  otros,  subrayando  en  cuanto  foro  le  es  posible  la  importancia  de  que  los  mexicanos  posean  una  mayor  cultura  científica,  así  ha  hecho  también  de  la  divulgación  científica  su  ser  y  quehacer.  Todo  sin  descuidar  una  buena  lista  de  aficiones  personales.

Esta búsqueda incansable por la verdad y el ánimo de hacerlo con riqueza y amplitud de horizontes, son cualidades que el ITESO busca formar en sus estudiantes y contagiar a toda la comunidad universitaria. De aquí que se haya decidido montar esta exposición como homenaje a un importante personaje de nuestro país.

Una  colección  es  un  reflejo  de  quien  la  reúne.  Esta  exhibición  dio  cuenta  de  diversos  intereses  que  el  ingeniero  José de  la  Herrán  ha  ido  hilvanando  en  su  trayectoria  de  vida.  Las  piezas  han  sido  el  resultado  de  casi  un  siglo  de  búsqueda,  encuentro,  trabajo  de  restauración,  clasificación  y  pruebas,  primero  de  José  de  la  Herrán  padre  e  hijo  juntos  y  después  de  éste  último,  ambos  entusiastas  de  que  se  conserven  para  la  posteridad  obras  científicas  y  técnicas  con  el  mismo  afán,  cariño  y  cuidado  que  se  ha  tenido  tradicionalmente  con  las  obras  de  arte.  

Así,  la  exposición  a  través  de  sus  diversos  núcleos  temáticos  permitió observar  desde  telescopios, teléfonos,  radioreceptores  y  transmisores  hasta  computadoras,  pasando  por  las  diferentes  fuentes  y  medios  de  energía  que  han  utilizado como pilas o  bulbos y con todos estos objetos se narró  una  parte  de  la  historia  de  la  ciencia  y  la  tecnología  en  México  del  siglo  XX,  de  la  cual  don  José  ha  sido  protagonista. 

Para él, solo es posible entender las cosas y aprender y transmitir el conocimiento si "nos atrevemos a meternos entre los fierros y a tomar las pinzas. ¿Qué me ha llevado a reunir tantas piezas que tipifican la creatividad científica y técnica del ser humano de los siglos XIX y XX...? —comenta el ingeniero— tal vez en la dedicatoria que puse en mi tesis de ingeniero mecánico electricista está parte de la respuesta: A mi padre, científico y romántico que ha dedicado su vida a inculcarme el sentido del deber, el respeto a la obra del ser humano y el interés por la investigación. Pienso que es la combinación de la curiosidad científica y el reto de entender su aplicación técnica lo que motivó en mí a seguir adelante coleccionando piezas tecnológicas, entendiéndose por esto aquellas que reúnen a la vez ciencia, arte, técnica e ingenio en su concepción. A estos conceptos se suma la necesidad que he sentido de que una pieza tecnológica, ya sea un motor, un barómetro o un radiorreceptor funcione correctamente, tal y como lo pensó su constructor, situación que no se cumple con la mayoría de las piezas halladas en un bazar, con un amigo o en un puesto de la Lagunilla en México. Y el que funcione correctamente exige desde limpiarla, estudiarla, entenderla y completarla en su caso, para devolverla a su condición original, siempre buscando al completarla hacerlo con partes originales o sino, reproduciendo de catálogos o instructivos las faltantes".

Durante la inauguración, el ingeniero José de la Herrán charló con los asistentes sobre la forma en la que ha reunido la colección, anécdotas y características de algunas piezas que las hacen particulares y que las llenan de significado.