Fotografía y vanguardia, Agustín Jiménez y Juan Crisóstomo Méndez
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Fotografía y vanguardia, Agustín Jiménez y Juan Crisóstomo Méndez
Agustín Jiménez y Juan Crisóstomo Méndez buscaron consolidar el canon de la modernidad en la fotografía
Fotografía y vanguardia,
Agustín Jiménez y Juan Crisóstomo Méndez
Del 13 de febrero al 26 de marzo 2008
Las figuras de Agustín Jiménez y Juan Crisóstomo Méndez ocupan un lugar prominente en la historia de la fotografía mexicana. El trabajo de ambos, a pesar de sus diferencias, forma parte de una generación de fotógrafos que buscaba consolidar el canon de la modernidad en fotografía.
El investigador y curador Alejandro Castellanos señala que: "México fue uno de los grandes escenarios de la fotografía en el mundo durante el periodo de entreguerras. La reconstrucción emprendida por la sociedad mexicana luego de la lucha revolucionaria sirvió de fundamento para un movimiento sin paralelo en América Latina, en el que lo mismo se dieron cita fotógrafos y cineastas como Henri Cartier-Bresson, Sergei Eisenstein, Tina Modotti, Paul Strand y Edward Weston, que surgieron autores como Manuel y Lola Álvarez Bravo, Ismael Casasola, Enrique Díaz, Gabriel Figueroa y Agustín Jiménez".
Agustín Jiménez y Juan Crisóstomo Méndez son parte de un grupo de poderosos creadores que abrieron nuevos derroteros para la imagen fotográfica en México desde muy diversas perspectivas. La obra, de ambos, no sólo es el momento de la ruptura entre la fotografía pictorialista y la vanguardia, sino un puente entre ésta y la fotografía contemporánea.
Agustín Jiménez (1901-1974) se nutrió de las vanguardias europeas para alentar su propia voluntad de modernidad. Bajo esta óptica, nada escapó a su lente; con el mismo espíritu fotografió la arquitectura, los objetos, el paisaje, la gente o la vida nocturna. Sus aportaciones a la fotografía de prensa, son notables en publicaciones como "Revista de Revistas", "Forma", "Universal ilustrado" o "Mexican life".
Para los años treinta, ya era un fotógrafo reconocido que expuso en la Escuela de Bellas Artes, la Galería de Arte Mexicano y en los "Delphie Studios" en Nueva York. En esta década también inicia su larga trayectoria como camarógrafo al lado de directores como Juan Bustillo Oro ("Dos monjes"), Luis Buñuel ("Ensayo de un crimen"), Julio Bracho ("La sombra del caudillo"), entre otros.
Por su parte, Juan Crisóstomo Méndez (1885-1962) fue un fotógrafo amateur que trabajó en su natal Puebla, de la cual realizó un levantamiento fotográfico (7,500 positivos, 3,000 transparencias y más de 5,000 vistas estereoscópicas) que incluyen paisajes, vistas de iglesias y haciendas, retratos, así como imágenes de circos y teatros. Su trabajo más personal y teñido de una voluntad de modernidad se cristalizó en una serie de desnudos que se presentan en esta exposición. Estas fotografías, trabajadas a lo largo de quince años, muestran lo que un cuerpo tiene de celebratorio.
La exposición estuvo conformada por treinta imágenes de Agustín Jiménez, veinte de Juan Crisóstomo Méndez y provinieron del coleccionista e impresor Ava Vargas.