El pecho en llamas. Del éxtasis al arte
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El pecho en llamas. Del éxtasis al arte
La Compañía de Jesús realiza un año jubilar en honor a sus tres primeros fundadores, esta exposición es parte de la celebración
El pecho en llamas. Del éxtasis al arte
Del 2 de febrero al 1 de abril de 2006
Esta exposición se realizó como parte de la celebración del año jubilar de la Compañía de Jesús en honor a sus tres primeros fundadores.
La Compañía de Jesús en el 2006 realizó un ciclo de conmemoraciones en todo el mundo para celebrar un año jubilar en honor a los tres primeros fundadores: En 1506 nacieron Francisco Javier y Pedro Fabro y en 1556 murió Ignacio de Loyola.
La Casa ITESO Clavigero se sumó a este programa ofreciendo a la ciudad de Guadalajara una exposición con dos claras intenciones: brindar un espacio para el gozo estético (por tratarse de una manifestación artística) y ser un instrumento de estudio y análisis (puesto que propone reflexiones sobre algunos temas de gran importancia para la historia y el presente de nuestra civilización).
Las piezas expuestas formaban un itinerario que comenzaba en la Europa renacentista en un periodo de gloria, pero también de una crisis quizá sin precedente y culminó en el México del siglo XVIII, en pleno auge del barroco. La muestra buscó adentrarse y explorar una de las facetas de esa época tan decisiva para la formación del país y de toda la civilización occidental: la relación entre un lenguaje estético y la concepción del orden cósmico que lo sustentaba.
Fue la segunda de una serie de exposiciones cuya intención era dar cuenta del papel que ha desempeñado la Compañía de Jesús en las grandes corrientes de la historia y la cultura. En la primera exhibición: "Los jesuitas mandarines y la música de la selva. La conciencia de occidente ante la primera globalización" se abordaba la actividad de la Compañía derivada de la expansión producida en la era de los descubrimientos. En esta ocasión, el ITESO quiso remontarse a las fuentes del legado jesuítico: las experiencias espirituales de Ignacio de Loyola y sus compañeros más cercanos.
Las vidas de estos tres grandes hombres del renacimiento desempeñaron un importante papel. Javier: la expansión ultramarina, la conciencia de la alteridad; Fabro: la redefinición del espacio político y religioso europeo, las primicias de un talante capaz de entablar un diálogo interconfesional; Loyola: origen de una manera de entender la vida interior que había de tener efectos decisivos en numerosas culturas y marcar con su impronta el carácter de una época.
Las obras fueron prestadas por el Museo Franz Mayer de la Ciudad de México, el Museo Regional de Querétaro, el Museo Nacional del Virreinato de Tepotzotlán, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, así como de algunos coleccionistas particulares.
Algunos de los pintores expuestos fueron Juan Correa, Miguel Cabrera, Joseph Mariano Lara, Juan Rodríguez Juárez y Alberto Durero, datando las obras de mediados del siglo XVl a finales del siglo XVIII.