Un diálogo entre fotografía y arquitectura. Mariana Yampolsky y Luis Barragán
Detalle BN6
- Inicio
- Un diálogo entre fotografía y arquitectura. Mariana Yampolsky y Luis Barragán
Un diálogo entre fotografía y arquitectura. Mariana Yampolsky y Luis Barragán
Muestra de 29 fotografías en blanco y negro que Yampolsky tomó poco tiempo después del fallecimiento de Barragán
Un diálogo entre fotografía y arquitectura. Mariana Yampolsky y Luis Barragán
Del 19 de agosto al 2 de octubre del 2004
"Mariana Yampolsky y Luis Barragán se encuentran en el amor que sienten por la casa en la tierra, la casa de pueblo, la que apenas tiene lo indispensable, la que canta, que está en armonía con los tonos de la naturaleza". Así comienza Elena Poniatowska, su íntima amiga, un artículo sobre las fotografías que Mariana Yampolsky tomó de la casa del arquitecto Luis Barragán.
Mariana Yampolsky, hija de padre ruso y madre alemana, obtuvo en 1945 la licenciatura en Artes y Humanidades en la Universidad de Chicago, su ciudad natal; ese mismo año viajó a México e ingresó a la escuela de arte La Esmeralda.
Enamorada de México desde su arribo, es descrita por amigos y colegas como una trabajadora incansable, poseedora de un ojo certero y un fuerte compromiso con las raíces y tradiciones mexicanas. "Otros denuncian, evidencian: Mariana asume la soledad, el paso del tiempo, la fuerza y la constancia de los hombres y las mujeres más humildes de México, la desnudez total de las chozas a las que penetra, su desamparo", describe Poniatowska en otro texto.
Ambos artistas transcurrieron sus años de infancia en el campo: Yampolsky en Illinois, y Barragán en Mazamitla. Su mirada se abrió al mundo desde esta pureza y sencillez, y valoró lo que de esto encontraba.
El investigador Alfonso Alfaro comenta sobre el arquitecto: "En París, sus ojos habían aprendido que entre las formas que él amaba, las del mundo rural y provinciano, y el mejor arte del mundo, el más moderno, había rendijas que él logró transformar en pasadizos; en la exposición universal de 1931, en Marruecos, en las culturas africanas, en el arte y la música de Bali, Nueva Guinea o Polinesia sus sentidos aprendieron a percibir las huellas que imprime el alma humana en aquellas obras que son fruto del amor y del rigor, unas huellas que son idénticas en todas las civilizaciones y que torna estéril la voluntad de distinguir lo nuestro de lo ajeno y hacen peligrosa toda exaltación de las raíces".
Para Alfaro, Luis Barragán introduce de nuevo en el arte mexicano un componente que había sido tratado de erradicar insistentemente: "el arte inspirado en una concepción trascendente de la realidad; el arte del claustro y del retablo". De ahí que se haya abocado a "la construcción de un silencio que permita interrogar a la luz y a las formas para plantear las preguntas que no pueden ser respondidas en los territorios de la razón".
Al retratar la casa de Luis Barragán, Mariana recuperó los espacios vistos en provincia, como el aislamiento, la reserva. Probablemente encontró entre las hojas crecidas "a lo loco" del jardín de la casa de Tacubaya, un espacio como en el que se escondía a leer cuando era pequeña. Tal vez, sus amplios y limpios muros le permitieron traer a la memoria sus largas andanzas por el territorio Mexicano. Lo que es un hecho es que la fotografía de Mariana, sintoniza con la tersura de la atmósfera de la casa y sin descorrer totalmente el velo que Barragán siempre montó sobre su intimidad, nos toma de la mano y nos lleva a recorrer el lugar, bajo la lógica de quien vive una historia en cada foto. Mariana, la fotógrafa, recibió influencias de Tina Modotti, Manuel y Lola Álvarez Bravo, Nacho López y Héctor García, entre muchos otros, y a demás de la fotografía, trabajó el grabado, la litografía, la pintura, y realizó interesantes proyectos como curadora, editora, impulsora de lectura infantil y juvenil.
Es larga la lista de museos y galerías en México, Gran Bretaña, Italia, Portugal, España, Estados Unidos, Canadá o Suiza, que han expuesto su obra. Mariana falleció el 3 de mayo del 2002, en sus fotografías nos dejó un legado extenso e intenso sobre nuestro propio país y su cultura, y como parte de ella, la arquitectura mexicana sintetizada en las imágenes de la casa donde vivió el renombrado arquitecto Luis Barragán en la colonia Tacubaya de la Ciudad de México, inscrita en la Lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004.
Esta exposición estuvo compuesta por 29 fotografías de medio formato en blanco y negro que Yampolsky tomó poco tiempo después del fallecimiento de Luis Barragán.
En la conferencia de inauguración se conversó con Emma Cecilia García, coordinadora de la Fundación Cultural Mariana Yampolsky y Juan Palomar, miembro de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán.