Sueño europeo, Erwin Wurm
Detalle BN6
- Inicio
- Sueño europeo, Erwin Wurm
Sueño europeo, Erwin Wurm
El trabajo de Wurm se inserta en la cultura de masas para manifestar una fuerte carga crítica
Sueño europeo, Erwin Wurm
Del 4 de septiembre al 22 de noviembre del 2003
De acuerdo con el curador y crítico de arte, Santiago Espinosa de los Monteros, Erwin Wurm es uno de los autores contemporáneos austriacos más conocidos internacionalmente. Le han hecho famoso no sólo sus esculturas de un minuto, piezas temporales ciertamente grotescas y en algún sentido cómicas, sino el discurso interior que agregan importantes lecturas al lenguaje escultórico involucrando su propio cuerpo como en el mejor estilo de los performanceros, o bien, personas voluntarias a las que convoca en ocasiones mediante avisos en la prensa.
Utilizando materiales que se encuentran fácilmente en la vida diaria, Wurm explora ideas sobre la ambivalencia de la escultura como la materialidad y la desmaterialización, la presencia y la ausencia, el antes y el después. Al incluir el uso del cuerpo y el performance, el gesto artístico se da no sólo aplicando principios escultóricos a objetos cotidianos, sino que, al hacerlo a través de éste, se relaciona con la conciencia como "material", combinando así la escultura y el psicoanálisis.
Tanto el concepto de desproporción —propio de nuestras sociedades de consumo— como los excesos, el sedentarismo de la vida contemporánea y el atragantamiento físico y moral, se presentan a modo de agudos comentarios que se desprenden del trabajo de este artista para sembrarlos en el espectador como interrogantes.
El trabajo de Erwin Wurm (Austria, 1954) se inserta en el contexto de la cultura de masas, aprovechando y manipulando elementos representativos de ésta para manifestar en su trabajo una fuerte carga crítica. Este resultado llega a matizarse e incluso a parecer ligero y superficial, pues el manejo plástico va invariablemente de la burla a la risa.
Wurm solicita a los espectadores que participen en sus piezas, para ello provee algunos elementos necesarios a los visitantes a sus exposiciones tales como pelotas, libros, ligas, etcétera, así como diagramas explicativos sobre las peculiaridades de cómo debe ser la acción a emprender. De este modo los visitantes tienen la oportunidad de convertirse momentáneamente en una escultura.
Lo que queda de estas piezas son las documentaciones fotográficas o videos que plasman o repiten infinitamente estas acciones. La utilización de estos medios por parte de Erwin Wurm le permite no sólo constatar los parámetros clásicos de la escultura tales como gravedad, peso, equilibrio, estabilidad, materialidad y forma; sino que además incluye el factor tiempo. Los cuerpos humanos en combinación con los objetos y sus posiciones son elementos que pueden conjugarse sólo momentáneamente, por lo que esa constatación en fotografías o videos 'congela' las acciones y nos permite su observación una vez que han desaparecido. Es importante anotar el carácter 'natural' de cada una de sus piezas en las que no vemos, una vez que han completado su proceso y llegado a la parte de fotografía o video, efectos especiales. Esta exposición también se presentó en el Museo Carrillo Gil y fue curada por Pamela Echeverría.