Restar y sumar, fotografías de Arthur Zmijewski
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Restar y sumar, fotografías de Arthur Zmijewski
Zmijewski explora la experiencia humana en todas sus dimensiones mediante el trabajo con personas con discapacidad
Restar y sumar, fotografías de Arthur Zmijewski
Del 6 de marzo al 9 de mayo del 2003
El artista polaco contemporáneo Arthur Zmijewski, introduce una original perspectiva a un tema que se puede enlazar a la añeja tradición de la representación anatómica. El énfasis de su trabajo es el factor humano, no la mirada objetiva del científico.
Se trata de una reflexión anatómica que utiliza como principio básico de aproximación la mirada directa y sin disimulos ante realidades físicas que solemos evitar o ver de soslayo por el miedo o la incomodidad que nos producen. Zmijewski logra de esta manera conferirles a sus modelos un elemental derecho que generalmente les negamos, es decir, el derecho de existir como individuos reales.
En este contexto, este artista desarrolla una estética que va por momentos de lo conmovedor a lo lúdico. Contra lo que pudiera parecer en una primera lectura, su mirada propone al espectador que asuma un justo equilibrio. No se trata de concitar la lástima o la gratuidad del escarnio. Por otra parte, la tragedia que implica el cuerpo mutilado impide cualquier intento de sublimación; es entonces que el artista nos ofrece la vía de la naturalidad para acercarnos a este grupo social.
La exposición curada por David Perea consistió en 13 fotografías conformadas por un tríptico titulado "140 cm" y la serie "Ojo por Ojo", las cuales mostraron desnudos totales de personas con discapacidad, imágenes que fueron seleccionadas para esta exposición vinculada con el tema del Día de la Solidaridad que organizó el ITESO: "La universidad frente a la discapacidad".
Al igual que otras reflexiones que tienen como sujeto a ciertas minorías sexuales, raciales o religiosas, Zmijewski elude la noción de tolerancia como una engañosa trampa ideológica. La mirada condescendiente de las buenas conciencias no tiene lugar aquí. El artista llama a la solidaridad, a la ternura y a la equidad, a mirar directamente a los ojos una realidad sin adornos y sin maquillajes. Es por ello que el uso del desnudo es indispensable en esta propuesta, no sólo por cuestiones de coherencia formal, sino porque al retratarlos desnudos añade a su intención un sentido de dignidad al conferir a sus personajes un trato que reservamos mentalmente para los "individuos normales" o, en el caso de la historia del arte, para los poseedores de algún rasgo de belleza particular o grandiosidad. En ese sentido, no es el mérito menor de este artista recordarnos que para el arte nada de la vida es ajeno.