Franca inmensidad: la Barranca del Río Santiago

17 Festival Cultural Universitario del ITESO
Del 23 de octubre al 6 de noviembre de 2019

Entrada libre

Uno de los símbolos de identidad de Guadalajara y del cual los propios tapatíos suelen hablar poco, es la Barranca del Río Santiago (cerca de la ciudad, una parte se conoce como de Huentitán y otra, de Oblatos). Junto con el Bosque de la Primavera y el Lago de Chapala, la Barranca es la pieza mayor del patrimonio natural con que cuenta la capital de Jalisco y también su región más próxima.

Se trata de un cañón con una antigüedad más que vetusta –los geólogos la calculan en varios millones de años—, alcanza una profundidad de seiscientos metros, se extiende a lo largo de toda la franja norte de la ciudad y pone límite –por lo menos hasta ahora ha podido hacerlo— a la expansión urbana hacia ese viento.

Su riqueza, botánica, zoológica, medioambiental y paisajística, es única aun cuando sea muy de lamentar que el río que corre en su fondo: el Santiago (al cual se le suma como afluente a la altura de Huentitán el Alto, el Río Verde) figure tristemente entre los cuerpos de agua más contaminados del país.

No obstante ese deterioro ambiental, –provocado sobre todo por el descuido y la negligencia de nuestras autoridades a lo largo de más de medio siglo—, el poder regenerador de la naturaleza sigue manteniendo a la Barranca como un sitio digno de ser visitado, contemplado y recorrido, que cotidianamente convoca a grupos de hombres y mujeres que, muy saludablemente, se han vuelto adictos a ella.

Por su franca inmensidad, la Barranca del Río Santiago ha inspirado, con resultados de relevancia estética, a pintores y fotógrafos de diversas generaciones como lo podremos constatar en las obras de Alfonso de Lara Gallardo, Armando Salas Portugal, Tomás Coffeen, José Vizcarra, Jorge Navarro y Carlos Orozco Romero, que se pueden disfrutar en la exposición Franca inmensidad: la Barranca del Río Santiago que se expone actualmente en Casa ITESO Clavigero. La exposición estará vigente durante todo enero y febrero.

Las profundas hondonadas de la Barranca, sus espectaculares acantilados y caídas de agua también han maravillado a viajeros y escritores, que han dejado el testimonio escrito de su admiración y de sus memorables paseos por esta bella y sinuosa depresión natural.

Franca inmensidad: la Barranca del Río Santiago celebra con la imagen, del trabajo de los fotógrafos y pintores arriba citados, y la palabra, en textos de Agustín Yañez, la belleza del paisaje de esta Barranca, patrimonio natural de Jalisco.