La ciencia en México: Pasado, presente y prospectiva con Ruy Perez Tamayo
Detalle BN6
- Inicio
- La ciencia en México: Pasado, presente y prospectiva con Ruy Perez Tamayo
La ciencia en México: Pasado, presente y prospectiva con Ruy Perez Tamayo
Décimo Aniversario del Café Scientifique, Martes 2 de septiembre de 2014, Casa ITESO Clavigero
En la conmemoración de los 10 años del Café Scientifique ITESO, el doctor e investigador Ruy Pérez Tamayo habló sobre la evolución de la ciencia en México.
Ruy Pérez Tamayo comenzó su carrera como investigador científico en la azotea de la casa de un amigo. Cazando gatos.
Por las noches, en el laboratorio que el padre de su amigo había construido, los anestesiaban y exploraban las reacciones de sus órganos ante diversos estímulos.
Era 1943 y, mientras que algunos heridos de la Segunda Guerra Mundial morían de lo que se conocía como "síndrome de aplastamiento", los jóvenes de 18 años concluían en el pequeño laboratorio, construido por el padre de uno de ellos, que ese mal era causado por insuficiencia renal.
El médico patólogo e inmunólogo, investigador, divulgador de la ciencia y académico mexicano, compartió esta anécdota al iniciar su charla "La ciencia en México: pasado, presente y prospectiva", en el décimo aniversario del Café Scientifique, el martes 2 de septiembre en la Casa ITESO Clavigero.
"Escogí hablar de este tema porque este año yo también cumplo años: 70 años de ser investigador científico", expresó Pérez Tamayo.
Antes de que comenzara su charla, sopló las velas del pastel conmemorativo y cada uno de los asistentes recibió su rebanada. Además, Maya Viesca, coordinadora del Café Scientifique ITESO, entregó un reconocimiento a los 10 asistentes con más visitas durante la década de vida que tiene este proyecto dedicado a la divulgación científica. El primer lugar contabilizó 36 asistencias.
Mucho por hacer
Pérez Tamayo, autor del libro Historia general de la ciencia en México en el siglo XX (Fondo de Cultura Económica), relató que durante el Porfiriato se crearon organismos como el Instituto Médico Nacional o la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, donde se reiteraban descubrimientos y prácticas provenientes de Francia, principalmente; pasada la Revolución Mexicana, la ciencia empezó a ser relegada.
El doctor marcó el momento en que se colocó la primera piedra de la Ciudad Universitaria de la UNAM como el primer síntoma de mejoría.
"De 1952 a 2000 la ciencia se desarrolla de una manera formidable; pero nada de esto fue promovido por el gobierno. Se debió a la iniciativa —yo diría, a la propia testarudez— de los propios investigadores científicos", dijo, al mencionar esfuerzos como la creación del Conacyt, el Sistema Nacional de Investigadores o la Academia Nacional de Ciencias, gestionados por científicos que tocaron insistentemente las puertas del gobierno.
"En el año 2000 [en el que cerré la investigación del libro] fuimos el país que gastó menos en ciencia y tecnología de los 27 países de la OCDE, [el 0.39% del PIB]; Haití gastó incluso más que nosotros", afirmó. El presidente Enrique Peña Nieto prometió incrementar para 2014 la inversión destinada a ciencia y tecnología hasta el 1% del PIB. Hace un año, la cifra cerró en 0.51%.
En su experiencia en el campo de la investigación, el doctor Pérez declaró que las ciencias que más apoyo tienen en México son la física, la astronomía y las matemáticas, seguidas de las ciencias biológicas, la medicina y, por último, las ciencias humanistas.
También la participación de la mujer ha ido incrementándose. Relató que cuando era estudiante de medicina uno de cada 10 alumnos era mujer, mientras que ahora son dos de cada tres.
"Tengo dos razones para sentirme optimista: la primera es que ya nos sale bien la propagación de la ciencia en México, ya supimos cómo hacerlo; la segunda es que la fuerza que transforma este tipo de narrativas es la sociedad civil: ustedes".
Texto Adriana López-Acosta.Foto Roberto
Sobre el 10° Aniversario
En el verano del 2004 llegó al Centro de Promoción Cultural del ITESO, la universidad jesuita de Guadalajara, la iniciativa de realizar en la Casa ITESO Clavigero un Café Scientifique, fórmula de divulgación de la ciencia surgida en Francia e Inglaterra a finales de los años ochenta y replicada por cientos en todo el planeta. Desde entonces, cada primer martes de mes la Casa ITESO Clavigero se convierte en el punto de reunión para decenas de curiosos dispuestos a compartir una taza de café con biólogos, físicos, historiadores, médicos, matemáticos, psicólogos, astrónomos, químicos, arqueólogos, neurociéntíficos, economistas, oceanógrafos, ingenieros y demás profesionistas que han hecho del método científico su manera de aproximarse a la realidad.
La asistencia al Café Scientifique es gratuita y abierta a todo aquel que quiera acercarse a conocer y estrechar, de manera interesante y sencilla, la distancia entre la vida cotidiana y un mundo cada vez más tecnificado, complejo y asombroso. El primer martes de cada mes, excepto los meses de enero y agosto, un científico es invitado a conversar sobre un tema de su especialidad con un público heterogéneo, tanto del ITESO como del exterior, conformado por entusiastas y curiosos de la ciencia que en su mayoría no tienen relación con el campo. Los primeros veinte o treinta minutos el invitado hace una exposición en términos de divulgación sobre el tema elegido, sin el apoyo de recursos audiovisuales, con la intención de privilegiar el uso de la imaginación y centrarse en el diálogo. Posteriormente, tras una breve pausa para rellenar la taza de café, da inicio el diálogo entre los asistentes y el expositor a través de preguntas del público y respuestas del invitado. Las sesiones comienzan a las 19:30 y finalizan a las 21:30.
Entre las actividades que se están realizando para celebrar este aniversario está el lanzamiento de un programa de asistente frecuente, que reconocerá a las personas que hacen de esta actividad un apartado cotidiano en su agenda anual; el programa 2014 integrado por extraordinarios científicos y divulgadores del país; así como el lanzamiento de una imagen conmemorativa que incorpora la renovación de su logotipo, entre otras iniciativas. Aunado a ello, se han realizado una serie de acciones para recordar que desde sus inicios, el proyecto del Café Scientifique alberga en su página web (http://cultura.iteso.mx/web/promocion-cultural/cafe-scientifique) los audios de todas las sesiones, disponibles para todo el público.
Entre los asistentes han estado investigadores de gran renombre como Guillermo Contreras Núño, Julio Rodriguez+, Martín Bonfil, Luis Adolfo Orozco, Antonio Lazcano, Jorge Ibáñez Cornejo, Rossana Reguillo, Eduardo Santana, Marcelino Cereijido, María Eugenia Herrera Lima, Federico Solórzano Barreto, Francisco González Crussí, Arturo González González, Salvador Jara Guerrero, Julia Tagüeña Parga, José de la Herrán, Alfonso Serrano Pérez-Grovas+, Ruy Pérez Tamayo, Xavier Gómez Mont, Daniel Malacara, Luis González de Alba, Jesús Gómez Fregoso, Miguel Alcubierre, Alberto Rojo, Manuel Asensi, Roy Campos, Toby Miller, Juan Carlos López Alvarenga, Luis F. Rodríguez, entre otros.
Además, durante estos años el proyecto del Café se ha vinculado con una gran diversidad de instituciones, entre las que se encuentran el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional y varios de sus organismos como el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (LANGEBIO); el CONACYT y varios de sus centros como el Centro de Investigación en Matemáticas (CIMAT), el Instituto Nacional de Física, Óptica y Electrónica (INAOE), el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, la Universidad Nacional Autónoma de México a través de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, el Centro de Radio Astronomía y Astrofísica (CRYA), el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (CELE) y el Centro de Investigación en Energía; la Universidad de Guadalajara, a través del Departamento de celulosa, papel y madera, el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, el Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento y el Instituto de Astronomía y meteorología, entre otros; la Universidad de Maryland; La Universidad de Valencia; la Universidad de Los Ángeles (UCLA); la Universidad Autónoma de Baja California Sur; diversos organismos gubernamentales como la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y la Comisión Nacional para la Biodiversidad (CONABIO); la Secretaría de Salud a través del Instituto Nacional de Cardiología "Ignacio Chávez", el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México y el Hospital General de México; la Universidad de Oakland; la Escuela Superior de Administración de Instituciones de la Universidad Panamericana (ESDAI); la Universidad Iberoamericana, y por supuesto el ITESO, a través de la mayor parte de sus departamentos.
Sobre Ruy Pérez-Tamayo
Ruy Pérez Tamayo (Tampico, 1924) es médico patólogo e inmunólogo, investigador, divulgador de la ciencia y académico mexicano. Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de El Colegio Nacional, fue Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1974.
Realizó sus estudios en medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente se especializó en patología en la Universidad Washington, apoyado por la Fundación Kellogg. Al regresar a México realizó estudios de posgrado en el Instituto Nacional de Cardiología y en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional.
Fue fundador y director por más de quince años en la Unidad de Patología de la Facultad de Medicina de su alma máter y durante diez años del Departamento de Patología del Instituto Nacional de Nutrición. Es además jefe del Departamento de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina en el Hospital General de México, de donde ha sido catedrático desde 1958. Durante diez años perteneció a la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 1980 ingresó a El Colegio Nacional y en 1985 recibió la beca Guggenheim. En 1986 fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Aunado a ello es miembro de la Academia de la Investigación Científica de México; la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina; la Asociación Estadounidense de Patólogos y Bacteriólogos; el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República; miembro honorario del Seminario de Cultura Mexicana; investigador Nacional de Excelencia del Sistema Nacional de Investigadores, y miembro del comité editorial de ciencia y tecnología del Fondo de Cultura Económica, editorial que ha publicado muchas de sus obras y que creó incluso un premio en su honor.
Ha recibido reconocimientos como el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales por el Gobierno Federal de México en 1974; el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Yucatán en 1980; el Premio "Aída Weiss" en 1986 por su investigación en cáncer, otorgado por la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM; el Doctorado Honoris Causa por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en 1993; el Premio Nacional de Historia y Filosofía de la Medicina; el premio Juchimán de Plata en el campo de la ciencia y tecnología en 2005, otorgado por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, entre otros.
En su honor se nombró el Premio Nacional Juvenil de Ciencia y Tecnología "Ruy Pérez Tamayo", al certamen realizado por Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE) en 1996.
Ha publicado más de 165 artículos científicos en revistas nacionales y extranjeras; ha escrito 80 libros, 18 de ellos acerca de temas científicos y 62 de divulgación o de ensayos históricos, entre ellos, El concepto de enfermedad: su evolución a través de la historia, en 1988; Ciencia, paciencia y conciencia, en 1991; El viejo alquimista, en 1993; Microbios y enfermedades, Colección La ciencia para todos, en 2000; Ética médica laica, en 2002; Algunos aspectos de los problemas éticos generados por el Programa Internacional del Genoma Humano, en 2004; Historia general de la ciencia en México en el siglo XX, en 2005; Diccionario incompleto de bioética, en 2007, Diez razones para ser científico, en 2013, entre otros.
Contacto:
El Café Scientifique es un espacio de ocio para pensar y platicar la ciencia, que se realiza el primer martes de cada mes en la Casa ITESO Clavigero (José Guadalupe Zuno 2083, entre Chapultepec y Marsella, Col. Americana), a partir de las 19:30 horas. La entrada es libre.
Maya Viesca, coordinadora del Café Scientifique del ITESO, maya@iteso.mx, 3669 3421, 3669 3434 ext. 3101, o con Alejandra Ruíz, coordinadora de Comunicación del Centro de Promoción Cultural del ITESO, aflores@iteso.mx.
Síguenos en Facebook como Centro de Promoción Cultural ITESO o en Twitter como CScientifique.